REFLEXIÓN:
Como consecuencia de la segunda Revolución Industrial (entre 1880 y 1914) nace el término proletariado, utilizado para designar a la clase social más baja de la época que, en el modo de producción capitalista, se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a la burguesía por carecer de los medios de producción. Los proletarios se encontraban sometidos a a duras condiciones laborales como jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas, contratos a mujeres y niños, salarios bajos e inseguros regidos por la ley de la oferta y demanda y tampoco contaban con leyes de previsión social ni sobre accidentes en el trabajo. Gracias a la presión ejercida y los movimientos organizados por parte de los trabajadores, a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros.
Con estos antecedentes, en la actualidad los pertenecientes a las clases obreras continúan realizando levantamientos y huelgas hacia las injusticias económicas o sociales que surgen en la actividad laboral, para ello cuentan con el apoyo de sindicatos que defienden y promocionan sus intereses. Sin embargo, muchas veces exigen privilegios y beneficios cuando realmente no cumplen con los contratos establecidos y esto, ocasiona el paro de actividades cotidianas como las de transporte o educación por la imprudencia de trabajadores que, sin cumplir completamente a sus obligaciones, se aprovechan de la ayuda otorgada para atreverse a demandar cada vez más.
Es cierto… que triste que lo que nuestros antepasados utilizaban para defenderse, hoy en la actualidad se tome para aprovecharse de la atención de las autoridades, buen blog :)
ResponderEliminarmuy buena reflexión: clara y detallada ;D
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